En la segunda clase se añade el amarillo dorado y el rojo cadmio a la paleta de colores. Con esta novedad, se pueden combinar colores cercanos en una misma pintura para apreciar las sutilezas que los diferencian.
Se juega con el encuentro de los colores complementarios, la creación del color marrón, la combinación de colores cálidos o colores fríos… Empiezan a introducirse elementos de la naturaleza en las propuestas, intentando permanecer más en el color que dar una forma definida.
Las narraciones que acompañan a la segunda clase son, entre otras, las fábulas. Intentar representar una fábula con pintura de acuarela puede ser muy frustrante para los niños, que no controlan el medio acuoso, y además, se pierde la atención al color en favor de la forma.
Para poder plasmar de forma artística las fábulas, es interesante utilizar el dibujo guiado, con ceras de colores, y también el dibujo libre. De este modo les ofrecemos nuevas herramientas acordes al detalle que requiere este tipo de representación.













