Sí tienes tiempo

Estos días reflexionaba acerca del tiempo y de cómo se ha arraigado la creencia de que no tenemos tiempo, especialmente para aquello que más nos gusta y nos nutre.

Solemos gastar mucha energía haciendo lo urgente, lo que debemos hacer, y, como esto en realidad no nos nutre, lo normal es que nos agotemos y busquemos “descanso” en el sofá, en las redes sociales, en un ratito de no pensar.

Sin embargo, ese tiempo en redes o en el sofá, viendo la serie o la película del momento, no son realmente un descanso…

Sí, lo parece porque has pasado de estar con la mente a cien por hora, tomando decisiones y cumpliendo tareas, a sentarte y dejar que sea la pantalla quien hace y tú quien recibe.

Pero, no te das cuenta de que sigues perdiendo energía… Porque el alimento que llega a través de la pantalla no suele ser de la mejor calidad.

Tanto las redes como las series están diseñadas para atraparte en su trama, y no suelen ser una inspiración para vivir más feliz.

De hecho, en esos ratitos de supuesto descanso, perdemos la voluntad, la energía y el tiempo para hacer lo que realmente nos puede nutrir.

Sin embargo, si en vez de sentarte en el sofá a las 10 de la noche, después de acabar tus tareas, sales a mirar las estrellas en silencio, sintiendo tu respiración, volviendo a ti, dejando ir aquello que ya no sirve y recuperando tu centro, verás que duermes mucho mejor.

Y, si en vez de mirar el móvil nada más levantarte, dedicas unos minutos a sentir la belleza del día, a agradecer que sigues aquí un día más, a mirar a las personas con quien convives y agradecer también su presencia en tu vida, seguro que el día sería distinto.

Y, si en vez de dedicar esa pausa del trabajo a charlar con los compañeros sobre lo mal que lo hace la jefa, el presidente, la alcaldesa u otro compañero, sales a dar un paseo y a respirar aire fresco, seguro que tu mente se relaja y vuelves desde otro ánimo.

Haz la prueba.

Haz tiempo para lo que te nutre. Fabrícalo. Defiéndelo.

Róbaselo a las pantallas y a los momentos que inviertes intentando resolver y controlar lo que no depende de ti. O a los que dedicas a la queja, que son los que peor te van a dejar con diferencia…

Es urgente que hagas tiempo y espacio en tu vida. Y realmente está en tu mano.

No digo que sea fácil, pero es posible y depende sólo de ti.

Verás que todo mejora y eres mucho más feliz cuando aprendes a dedicarte el tiempo que necesitas.

Y, además, estarás dando el paso más importante para poder acompañar a la infancia desde la conciencia plena y el amor.

Sara Justo Fernández. Maestra y formadora en pedagogía Waldorf.

Asesora de familia sobre temas educativos, de aprendizaje y crianza.

Autora de los libros Crecer para educar y El tesoro del tío William.

*Fotografía de Yuting Gao

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